Enseñar a los niños la importancia de reciclar es vital en esta vorágine consumista, que nos invade por doquier. Por eso, se nos ha ocurrido reutilizar las botellas de agua vacías y utilizar los culos de éstas, para crear bonitas flores, que convertiremos en bolas de Navidad, para colgar en el árbol de nuestro jardín. Puedes utilizar botellas de cualquier color, más grandes o más pequeñas. Nosotros, hemos optado por botellas de plástico transparentes para pintar con rotuladores especiales permanentes. Al ser transparentes, resaltan más los colores, que si la botella fuese de un color determinado, por ejemplo, el verde, que nos restaría posibilidades para su decoración con rotuladores, y quizás bastaría con dejarla cómo está, tal cual. La creatividad de los niños no tiene límite y aunque podemos guiarlos en la travesía, nos dan muchas más ideas, que nosotros a ellos. Doy fe.
Primero procedemos a cortar las botellas, como os mostramos en la siguiente imagen:
Una vez recortados los culos de las botellas, que se asemejan a bonitas flores, procederemos a pintar éstas, dejando a los niños la elección libre de los colores y los motivos decorativos. Su concentración es absoluta. Se sienten abstraídos con esta relajante actividad.
Se acercan las fechas más señaladas y es hora de celebrarlas de un modo muy especial. Las fiestas navideñas no serían lo mismo sin los dulces y pasteles que, año tras año, nos recuerdan los sabores de la celebración y las tradiciones de cada casa. Nosotros llevamos varios años sorprendiendo a nuestros invitados y familiares con un roscón de reyes. Los niños se implican en su elaboración y lo saborean y disfrutan más, gracias a su participación activa en el proceso de preparación.
Ingredientes
-70 gramos de azúcar glass o azúcar normal pulverizada en velocidad máxima en robot de cocina
-piel de naranja y limón (rallar sólo la parte coloreada)
Ayudar a los niños a descubrir la emoción de crear música con sus propias manos, es una magnífica lección de autoestima y resulta ideal para fomentar la creatividad, aprender a llevar el ritmo y explorar patrones rítmicos. Tocar un instrumento, aunque
sea de juguete provocará en los niños grandes sonrisas, entusiasmo y
regocijo mientras cantan al son de estos maravillosos artilugios o
sonajeros. Aprovechando unos envases vacíos de Danonino, que ya están decorados por fuera (ventaja añadida sobre actimels de otras marcas) hemos creado unas vistosas y alegres maracas, siguiendo estos sencillos pasos:
