Heladería Venezia: un lugar imprescindible en el verano de Águilas

Todos tenemos imágenes y recortes mentales de los veranos de nuestra infancia. Sin duda, la heladería Venezia de Águilas, en Murcia, es uno de ellos. Cuando íbamos a la playa a pasar unos días o simplemente íbamos de visita a casa de mis tíos, siempre esperábamos con ilusión salir a tomar un helado en esta heladería italiana, dónde los helados son super genuinos y auténticos y tienen un sello distintivo, con respecto a las demás heladerías. Son famosas sus copas, sabores de helado y los helados que simulan a las pizzas y los canelones o pasta italiana. Ubicada en la Avenida Juan Carlos I, 6 de Águilas, este verano también se puede disfrutar de sus helados, en el paseo de los Hiladores, la playa que está al otro lado del puente de madera, de la playa de la Colonia. Hay varias heladerías más, Marazul y Menorquina y ésta es la última que se divisa, en el paseo, con las sillas de plástico verde. Espectaculares los sabores que probamos, de Nutella, turrón, fresa, plátano y limón. Parece que el verano, no es el mismo, si no disfrutas de un helado en esta boutique del helado.


Merendero Padilla: un lugar emblemático para disfrutar con la familia

No eres de Lorca, si no visitas  al menos una vez en verano, las instalaciones del merendero Padilla, un lugar emblemático con más de cincuenta años de historia y con capacidad para más de mil comensales. Abierto de mayo a septiembre, se ubica en el corazón de las Alamedas de Lorca, en la Alameda Corregidor Lapuente, cerca del parque de plaza de Toros. Hay varios aparcamientos, a los que se accede por en frente del Hotel Jardines de Lorca. Sólo hay que seguir las indicaciones y dejar el coche en el primero o en el segundo. El segundo es que el que más cerca está del merendero, pero suele estar lleno de coches y a veces hay que volver sobre la marcha y dejar aparcado el coche en el primer aparcamiento que ves, que suele haber más plazas. Los fines de semana está empetado de gente, pero entre semana, se está muy agusto.



El merendero fue fundado por Feliciano Padilla en 1966. Comenzó siendo un quiosco bar, al aire libre, muy parecido a las actuales casetas de feria, aunque un poco más pequeño. Se colocaba junto a las atracciones feriales, dando a los visitantes la oportunidad de comer al aire libre, mientras visitaban la feria. Cuando el recinto ferial se ubicó en el solar que hay junto a la plaza de toros, el merendero se instaló en una parcela de 6000 m2 de la Alameda Corregidor Lapuente. Corría el año 1967. Los platos más típicos son productos artesanos de carnicería lorquina a la plancha (morcillas, chorizos, lomos, pinchitos, salchichas, pancetas), con un servicio rápido y precios muy económicos. También destacar los buñuelos de bacalao, las patatas con ajo (cada patata son dos mitades untadas de alioli) -que están medio cocidas, y luego fritas- así como los michirones, los caracoles, la magra al vino y el pollo asado, entre otras especialidades, sin olvidarnos de los quesos frescos a la plancha y las catalanas de tomate y jamón serrano



El merendero consta de tres áreas bien diferenciadas para disfrutar como prefieras: la barra, dónde serás instantáneamente atendido; la gran terraza, servida por camareros, dónde se atiende con rapidez y de forma personalizada, y la terraza autoservicio, para los que prefieran estar a su aire con menos ruido y más cerca de la heladería y de la zona de  juegos para los niños o bien, para cuando encuentras todas las mesas de la terraza con camareros ocupadas. A mí me gusta más esta última opción, porque disfruto más de la comida y de la conversación. Lo único que te tienes que acercar a la barra a por los cubiertos y vasos y la comanda, pero ahora incluso te toma nota el camarero y te pone el mantel de papel. ¡No dudes en acercarte, si quieres conocer este merendero, que forma parte de la historia de Lorca!

Visita a la sinagoga, Torre Alfonsina y Parador de Lorca

Nos quedaba pendiente de la fortaleza del sol de Lorca, visitar la sinagoga, una joya patrimonial única en toda Europa, que salió a la luz en 2003, con la construcción del Parador. Una de las particularidades de esta sinagoga es que ha llegado prácticamente sin alteraciones hasta nuestros días, porque no se reconvirtió en iglesia, y fue construída en la parte baja de la judería, bajo tierra, porque según las leyes de la época no podía sobrepasar la altura de las iglesias y así de este modo, se aseguraron de que nunca sería más alta que la cercana iglesia de San Clemente, que también piensan restaurar y abrir al público, en un futuro no muy lejano. Estas dos características han permitido que la sinagoga se conserve en un estado excepcional.
La sinagoga de Lorca presenta planta rectangular con dos entradas abiertas a un patio. Una de las cuales permite el acceso al vestíbulo donde se ubica una pileta para realizar las abluciones previas a la oración y conecta con una gran sala de reunión rodeada de bancos adosados a los muros, donde se conservan restos del arca santa y del estrado de lectura así como el espacio entre ambos, dónde se ha dejado un azulejo original, que está datado en fecha y es de la fábrica de Manises, en Valencia. A la galería de mujeres, dispuesta en alto, se accedía por una tercera entrada. 
Otro aspecto que distingue a la judería de Lorca del resto de juderías de España y Europa es su colección de lámparas votivas de cristal del siglo XV, ya restauradas y que se pueden visitar en el Museo Arqueológico de la ciudad. Lorca ha sido una de las últimas ciudades de España en incorporarse al rico patrimonio judío, presente también en otras zonas de la Península, como Sevilla, Toledo, Girona, Besalú o Hervás, por citar sólo algunas de las más destacadas. 



Continúamos nuestra visita con la Torre Alfonsina o Torre del Homenaje, símbolo del poder castellano, que sustituyó a un torreón musulmán de menores proporciones, y que fue mandada a construir por Alfonso X el Sabio, tras la conquista de la alcazaba lorquina por las huestes cristianas en 1244. Hay que subir 105 peldanos, pero bien merece la pena, por las vistas de todo el municipio de Lorca, que desde lo más alto, se divisan.


Miércoles Mudo #97: Cazando cangrejos y peces con los amigos


Somos del club de los mellaítos. El Ratoncito Pérez visita nuestra casa

Desde hace ya algunos años tenemos varios miembros de la casa que pertenecen al club de los mellaítos. Y nos encantan todas las cosas que giran en torno a este cuento popular, escrito por el jesuíta Luis Coloma, en el siglo XIX. Se dice que con él pretendía animar al joven rey Alfonso XIII, que apenas tenía 8 años de edad, tras haber perdido este un diente. El ratoncito de Coloma no vivía en una clínica dental, sino que tenía su residencia en una lata de galletas situada en la que, por aquel entonces, era la famosa confitería Prats, en la calle Arenal de Madrid, muy cerca del Palacio Real. Lo describió como un ratón muy pequeño, con sombrero de paja, lentes de oro, y una cartera roja colocada en la espalda. Decía también que el ratón salía cada día a visitar a los niños que habían perdido un diente de leche para obsequiarlos con un regalo. Se desplazaba a través de las cañerías de la ciudad, evitando así a los numerosos gatos de Madrid. Hoy en día existe una placa conmemorativa en el número 8 de la calle Arenal de Madrid, dónde se puede leer: Aquí vivía, en una caja de galletas, Ratón Pérez, según el cuento que el padre Coloma escribió para el niño Rey Alfonso XIII. Mi hermana mayor les ha regalado a los peques un ratoncito, hecho en piel artesanalmente por un amigo, que está super ingenioso. El molde de las magdalenas que hay al lado del ratón, es para dejar el diente y la pinza, para sujetar la moneda que les deje éste por tan preciado tesoro.




En las clínicas dentales también suele haber elementos alusivos al Ratoncito Pérez, con su puerta de entrada a su casa, pegada en la pared y un buzón para que los niños les dirijan a tan ilustre personaje sus cartas. También hay hasta de madera y otros materiales, para decorar la habitación de nuestros peques.



Collage infantil, versión del Puppy de Jeff Koons

Me encanta la versión que ha hecho Gabriela de la escultura del artista estadounidense Jeff Koons, Puppy, que está en el Guggenheim de Bilbao. Observando la escultura, ha completado el collage con papeles de colores. Os muestro una imagen de su trabajo artístico y la escultura original y una foto de su collage con una foto de su tita, que estuvo allí hace un par de veranos, de vacaciones. ¡Me encanta!


Mercadillo medieval en Águilas

Casi todos los veranos montan en Águilas, en el paseo marítimo de la playa de la Colonia, un mercadillo medieval, muy chulo. Este mercado jurásico se celebra del 20 al 23 de julio. Hay una exposición de huevos de dinosaurio, exposiciones, cazadores, photocalls, un cajón de arena con restos de huesos para emular a los arqueólogos, espectáculo de fuego, artesanos y mercaderes, oficios, atracciones infantiles, talleres, juegos y música, así como malabares y zancudos. La ropa y la artesanía es muy chula y está muy bien de precio. También hay un puesto de chuches y frutos secos con manzanas caramelizadas y algodón de azúcar y un puestecillo dónde hacen trenzas para el pelo, la perdición de las niñas. Buen fin de semana


De excursión en Laroya, en el corazón de la sierra de los Filabres

Laroya es un pueblecito precioso de casitas blancas, en pleno corazón de la Sierra de los Filabres. Con tan sólo 176 habitantes, según el último censo de 2016, y a una altitud de 860 metros y a 75 km de la capital de la provincia, Almería, es un destino ideal para pasar el verano. Tiene parque, piscina municipal, bar y varios alojamientos rurales, como Reul Alto y Picachico, una granja escuela y una fuente de agua. De calles empinadas, y callejuelas estrechas, me ha recordado mucho a Bayácal, en la Alpujarra de Almería. Es mejor dejar el coche en plaza circular y no subir con el coche, porque aunque cabe justo, las dimensiones son reducidas. La iglesia data del siglo XVI, y está construida de ladrillo rojo, que fabricaron en el mismo cauce del río del pueblo, ante la dificultad de subir a estas montañas material de construcción de otros lugares. El 31 de agosto se celebra la festividad de San Ramón Nonato, patrón de los embarazos y los partos y la reliquia con que cuenta el pueblo es visitada con mucho fervor y devoción por los futuros padres. Durante el 30 y el 31 de agosto se celebran las fiestas de moros y cristianos y se establece una batalla simbólica entre estos dos bandos para conseguir someter al contrario y apoderarse del santo.



El pueblo más cercano es Macael, a sólo 7 kilómetros, famoso por sus canteras de mármol. Nos ha encantado el pueblo, que se repobló con gente de Navarra, en tiempos de los Reyes Católicos y los detalles de las puertas de las casas, como la de los abuelos Cayetano y Mina, las letras en forja de Juana la del Molino y la pensión Catalina y la virgen de la plaza Presbítero Ramón Garrido, también, algunas puertas de madera, y las macetas que adornan las paredes y puertas de las casas.



Debajo del Ayuntamiento está el bar, como debe ser, je, je, con mesas en la puerta. Los platos tradicionales son las migas, la olla de trigo, el arroz con conejo, la fritada de Purchena, a base de tomates y pimientos, el empedrado, que es un arroz con bacalao y habichuelas, las albóndigas de bacalao y la fritá de conejo. Y como postre, mantecados, tortas de manteca, hornazos, buñuelos y roscos fritos.


Miércoles Mudo #96 : Lecturas de verano entre hermanos


VDLN#29: Dulce Pontes

Dulce Pontes, una cantante portuguesa que me encanta, por su voz poderosa y sobrenatural y estas dos canciones, Cançao do mar y Ondeia, vienen muy a cuento, porque giran en torno al mar y al agua, protagonista de estos meses de verano. Tardes de salitre, lecturas, encuentros, atardeceres y risas compartidas. Feliz Viernes Dando la Nota




VDLN#28: Anni B Sweet y Coque Maya. No puedo vivir sin ti

Una canción que me encanta del disco de Coque Maya, dedicado a las Mujeres, No puedo vivir sin ti, cantado espectacularmente junto a la malagueña Anni B Sweet . ¡Feliz Viernes Dando la Nota Mudo! 

Taller casero de pintura de camisetas

Una de las grandes ilusiones y objetivos de este verano de  mi hija mayor era hacer un taller de pintura de camisetas con las amigas. Así que ni cortas ni perezosas nos pusimos a la obra. Les dijimos que se trajeran una camiseta blanca o de color claro y con un patrón hicieron las letras I ❤  en color rojo con ayuda de una esponjilla con palo de madera o un pincel de pata de cabra, para aprovechar y extender mejor la pintura y a continuación, escribieron los nombres de la pandilla de amigas en pintura de relieve y algunas estrellitas alrededor. Utilizamos cartón entre las partes de la camiseta para que no se traspasara la pintura. Al pintar llevar puesto un delantal viejo o ropa vieja y según las necesidades, usar guantes desechables. El patrón se puede fijar al textil usando cinta de carrocero, aunque ellas se ayudaron unas a otras, haciendo presión con sus manos. Dejar secar el producto textil 6 horas o bien acelerar el proceso metiéndolas de 8 a 10 minutos en el horno precalentado a 150 ºC o bien planchar poniendo encima un paño a temperatura para algodón. A continuación, la nueva prenda favorita se puede lavar hasta a 60º C y se debe lavar y planchar desde la izquierda. Después de usar, lavar el patrón de plástico y el pincel con agua para volver a reutilizarlo. Después de cada uso, cerrar con cuidado la pintura, para que no se seque. El verano es muy largo y estos pequeños talleres nos enriquecen y nos hacen aprender muchas cosas prácticas de cara al invierno. I love painting. ¡Feliz fin de semana!


Tarta de frutos del bosque o de fresas

Una tarta sencíllisima y que cautiva a todos los que la prueban es la tarta de frutos del bosque. Untar un molde circular u ovalado con mantequilla y a continuación extender una masa brisa o de hojaldre, según tus gustos y preferencias. A continuación verter la crema pastelera que habrás cocinado y enfriado previamente con medio litro de leche, 40 gramos de maicena, 150 gramos de azúcar, 1 sobre de azúcar vainillado y una tira de piel de limón de cultivo ecológico. Pulverizar a velocidad máxima los dos tipos de azúcar y a continuación añadir el resto de los ingredientes removiendo lentamente hasta conseguir una crema homogénea y sin grumos. Si tienes robot de cocina lo puedes programa a 3 minutos 90 grados, velocidad 3, marcha atrás. Sobre la crema pastelera verter una bolsa de frutos del bosque congelados. Yo lo compré en Mercadona, pero también hay en Lidl. También he probado con fresas congeladas y otro día, quiero probar con mango. Meter de 15 a 20 minutos en horno precalentado a 180 grados, hasta que el hojaldre o la pasta brisa estén crujientes y dorados. La combinación de la crema pastelera dulce con el ácido de los frutos del bosque está delicioso. ¡Buen provecho!