Necesitaremos los siguientes materiales:
*Plantilla de un reloj que nos guste con sus correspondientes manecillas; la más larga, para marcar los minutos y la más corta, para señalar las horas.
*Cartulina para reforzar el reloj y hacerlo más consistente, a la hora de que puedan manejarlo más cómodamente los niños
*Pegamento
*Papel de plástico, del que se utiliza para forrar los libros, para que no se estropee el reloj
*Sax o piezas de metal para traspasar las manecillas y el reloj, lo que nos permitirá la movilidad de las manecillas.
Una vez recortadas las piezas, el reloj y las manecillas, las pegamos sobre cartulina, con el fin de hacerlas más consistentes y que el niño pueda manejar su reloj sin que se rompa fácilmente.
A continuación, procedemos a meter el sax sobre las manecillas, primero la más larga y luego la más corta y posteriormente, sobre el reloj, justo en el centro, donde nos marca el punto negro. Pero antes de proceder a traspasar el reloj con el sax, lo forraremos previamente con papel de plástico o con papel adhesivo, para que éste adquiera una mayor consistencia y sea más fácil su conservación y su manejo, por parte de los niños.
Después de todos estos pasos, el resultado final es el siguiente:
Que chulo!
ResponderEliminarAdemás me viene de perlas para empezar las vacaciones con una de estas con los peques. Gracias Noe y besos a las peques
Ja, ja. La idea es de una maestra de primaria, que tengo muy cerca, ya te imaginas quién es, y que lo ha ideado para que sus niños se familiaricen con las horas y los relojes. Creo que si forras las manecillas con papel adhesivo mejor que mejor, porque se estropean de darles tantas vueltas, aunque tengan consistencia gracias a la cartulina, pero con el papel más protegidas se quedan. Besos mil
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