Todos los días aprende uno algo diferente. Ayer por la tarde aprendimos a hacer pompones. En el colegio, el maestro le pidió a mi hija mayor que hiciera pompones de colores para hacer un planetario. Y tuvimos que ponernos manos a la obra.
Necesitas cartón y lana de colores y algo de paciencia. Con el compás o con un vaso o bol realizas dos esferas circulares, las recortas con cuidado, intentando dejarlas bien redonditas y sin desniveles y las unes una con otra. En el centro de ambas, haces otras esferas circulares más pequeñas y las recortas también. Unes las dos arandelas de cartón, de la misma medida, haciendo coincidir también los dos circulitos del centro. Y procedemos a recubrir toda la arandela de cartón, con paciencia. Como la hebra de lana era muy fina nosotros la hemos hecho doble para que nos cunda más, uniendo dos hebras de lana. Cortamos lana y hacemos coincidir los dos extremos inferiores, sin cortar por la parte superior. Pasamos estos dos extremos inferiores por el círculo y aseguramos dando un tirón, por la parte del cordón, en que las dos hebras están juntas. Cuando se termina la hebra que hemos cogido, cogemos de nuevo otra y volvemos a pasar lana por encima, para que no se nos quede ninguna hebra suelta. Es más fácil utilizar varias hebras para recubrir el pompón y no una hebra muy larga, con la que no se pueda trabajar y que se nos enrede.
Una vez revestida de lana la esfera, con cuidado y unas tijeras, cortas entre las dos arandelas de cartón la lana y se queda el pompón a un lado y otro. Retiras con cuidado las arandelas de cartón y atas bien fuerte por el centro. Le añades un hilito de lana del mismo color, sencillo o doble, para poder colgar el planeta. Abres el pompón con las manos para que quede redondito y se asemeje a una esfera planetaria.
Si quieres hacer el pompón más grande solo tienes que hacer la esfera circular de cartón mucho más grande.
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