Diversión y baños, en piscinas de Vélez-Rubio (Almería)

El otro día por fin hicimos una escapada a las piscinas de Vélez-Rubio (Almería), de las que habíamos oído nada más que maravillas. Cuatro piscinas a nuestra disposición: una grande con varias profundidades: la menor altura era de 1.30 metros;  otra pequeña con 2 toboganes amarillo y verde  y una morsa echando agua por la boca, para bebés y en sus alrededores un galápago o tortuga, dónde los peques se subían para hacerse fotos; otra piscina intermedia, con dos toboganes: uno azul, para coger velocidad y otro amarillo más ancho, para tirarse sólo o en pareja y otra piscina con hipopótamos en el centro y cuatro toboganes de colores azul, amarillo, rojo y verde. La piscina cuenta también con varios aseos, zona de vestuarios y un bar, mesón la Ribera, dónde se puede degustar un menú del día por 12 € y platos combinados o tapas. La entrada a la piscina cuesta 3€ para adultos y 2€ para niños. No hay bonificación para familia numerosa. Y el horario es ininterrumpido de 10 de la mañana a 20 horas de la tarde. Si no quieres comer en el bar, aunque no te dejan entrar neveras rígidas, de las tìpicas de color azul que llevas a la playa, en el recinto, puedes llevar tu propia comida, porque hay una zona merendero fuera, especialmente preparada para llevarte tu comida, con un parquecito para peques. Sales del recinto y cuando termines de comer, puedes volver a entrar a las instalaciones, sin problema, mostrando tu entrada, que te vale para todo el día. Por las mañanas, no suele haber tanta gente, aunque por la tarde, hay más avalancha.



Al fondo está la piscina de los hipopotámos. Hay dos. Uno completo, al que se suben los peques, en su lomo  y otro hipopotámo, sólo su cabeza,  mirando al cielo,  y detrás hay arbolado y montañas. El paisaje y entorno es espectacular. Entras andando a esa piscina como si fuera una playa, por un lateral y cada vez te va cubriendo más. Por eso, si no se sabe nadar con fluidez es recomendable usar manguitos o flotador o ambas cosas a la vez y para tirarse por los toboganes puedes acompañar a tu peque, para recogerlo una vez que se tira.





Entre la piscina de bebés y la de hipopótamos, que tiene un aforo de 90 personas y está recomendada para niños a partir de 6 años, hay dos toboganes, principal atracción de las piscinas y de las que se tiran los niños con sus hermanos, primos, amigos o padres. Y que no tiene que envidiarle nada a ningún parque acuático. Además como no está nada masificado las colas no son muy grandes y los peques disfrutan al máximo y los padres, también, de ver cómo disfrutan y se lo pasan genial. 




La piscina grande, aunque no llama tanto la atención de los pequeños, al haber toboganes en las otras tres, es ideal para hacer largos y relajarse. La menor altura, es de 1.30 metros de profundidad. Todas las piscinas cuentan con sillas eléctricas de acceso para minusválidos. En los alrededores, hay césped  y unas sombras espectaculares para sentarse o tumbarse con la toalla y desde allí divisar a los peques, aunque lo más sensato es no perderlos nunca de vista.


Al bar de las instalaciones, se puede acceder desde dentro del recinto y también por fuera, si no quieres acceder a las instalaciones de la piscina, para darte un baño. En el merendero, hay mesas y bancos de piedra, para sentarse al sol o a la sombra y un parque para jugar mientras comen o han terminado de comer y quieren distraerse un poco, antes de volver acceder al recinto para continuar con las jornadas de baños. Sin duda, volveremos. ¡Feliz verano!


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