En cada página, un breve cuento y una ilustración nos describen a animales muy poco normales. La imaginación y la curiosidad se disparan y hay que esperar a que les apetezca aterrizar antes de empezar la siguiente página.
Se ha colado en nuestra rutina diaria ese libro. Lo leemos por las noches antes de dormir. A veces yo lo leo todo. Otras veces cada uno lee una frase. Otras leemos inventando o cambiando palabras o finales.
Pero no solo cuando lo leemos: en cualquier momento del día aparece.
- Me he puesto morao con las lentejas!
- ¡Como el camaleón del Minimalario!
O el peque les cuenta algunos a sus compañeros del cole, como si fueran chistes:
"Este era un gallo que cantaba cuando salía el sol. Pero cantaba tan mal que se ponía a llover."
No hay comentarios:
Publicar un comentario