Para la carita del muñeco hemos utilizado corcho blanco, y para el cuerpo, cartón ondulado de un paquete de galletas.
Para el sombrero y la bufanda, papel de pegatina de diferentes colores: negro, para el sombrero, y rosa, para la bufanda y una tirita de goma eva, de color rosa, para la cintita del sombrero. Para la nariz y la boca, cartulina de color naranja, para la nariz, simulando una zanahoria, y para la boca, cartulina rosa. Los botones, de color azul, son cuadraditos azules, que teníamos en casa, de cuando vino un cristalero, a cambiarnos el cristal del salón. El cristal reemplazado, llevaba, esos cuadraditos azules, tan chocantes, y el cristalero se los regaló a los niños.
Con rotulador, hemos pintado los ojitos del muñeco de nieve y ya está listo, nuestro particular Olaf (nombre del muñeco de nieve de la peli de Frozen, que tan de moda, está entre nuestros peques).
Cuando llegamos a la guarde, los compañeros también habían hecho estupendos trabajos. Y con el resultado de toda esa explosión de creatividad, han hecho una pequeña exposición en una de las paredes del centro, con todos los muñequitos de nieve.
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