Clasificadores de formas

Reconocer y emparejar objetos tridimensionales con sus correspondientes agujeros en una caja mediante ensayo y error, ayudan a los niños en la resolución de sus problemas. Toda pieza insertada en el lugar correcto provoca un sentimiento de alegría de magnitud igual a la destreza manual conseguida. Desarrollan la coordinación, clasificación, categorización y mejoran la habilidad manual y el reconocimiento de las formas y colores.  Los clasificadores de formas, agudizan la destreza, les enseñan el principio de causa y efecto y pueden ayudar a enseñarles los conceptos de vacío y lleno y dentro y fuera. Nos encanta una casita roja del Ikea, que en el tejado tiene cuatro formas: círculo, cuadrado, rectángulo y triángulo y cuatro colores, rojo, verde, azul y amarillo.


También tenemos otro clasificador de madera, que en las cuatro paredes que lo componen llevan diferentes juegos. Uno de encajar piezas, otra cara de ábaco, otro de desplazar piezas y la otra cara, de números con figuritas. La pieza que encaja lleva un laberinto de alambres de diferentes colores, para mover las piezas ensartadas a uno y otro lado, del alambre.



Otro clasificador de formas, que les gusta mucho, lleva para encajar en dos de las caras, formas geométricas; otra cara, es para siluetas de animalitos, y la otra, para números, del 1 al 4; otra lleva teléfono con botones, que hacen sonidos y la tapadera que abre y cierra, lleva un reloj con manecillas, para aprender las horas.


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