Tras los pertinentes cánticos y el chupinazo comenzó el encierro infantil, que era tan real, que parecía hasta de verdad. Súper currado estaba. Una actividad realizada por El Molino, de Lorca, que es la mar de divertida. Incluso los niños aprenden cómo son las instrucciones de un encierro de verdad: se puede correr delante, detrás, a los lados, pero nunca tirar del rabo ni maltratar a los animales, durante el recorrido, desde la plaza de la Constitución hasta el recinto ferial.
Y por último, llegaron los corredores a la plaza, dónde salieron por edades a hacer juegos. Incluso había hasta una ambulancia hinchable para simular, que había algún herido. Para darle más realismo al encierro, el toro se saltaba la barrera de la plaza. Era todo tan real. Los peques se hicieron fotos con los toros. Al final del espectáculo mostraron sus caras los que hicieron posible el encierro, porque hasta ese momento solo era visible la de la persona que transmitía el encierro y los peques se quedaron mucho más tranquilos, porque vieron que era gente disfrazada. Luego me comentaron otros padres, que la primera vez que asisten les impresiona. El año que viene espero volver, si Dios quiere. Feliz San Fermín y feria y fiestas de Huércal-.Overa.
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