Manicura, pedicura y tatuajes para niños

Ahora que llega el verano y las peques llevan sandalias para lucir los pies, uno de los entretenimientos de mis peques es hacerse la manicura y la pedicura. La mayor le pinta las uñas a la pequeña, como si ésta última fuera clienta de su centro de estética y se lo pasan genial. Ni qué decir tiene que su esmalte preferido es el de color rosa. Algunas veces yo las ayudo a darse la última capa de barniz, cuando por falta de paciencia y no esperar a que se sequen correctamente las uñas, se les ha ido un trocito del esmalte, porque se ha quedado pegado en el vestido o en el sofá. Menos mal que tengo estores y no cortinas...que en casa de la abuela, muchas veces, como trastos que son, han hecho de las suyas y la abuela se ha enfadado y con razón. 

En ocasiones, para decorar la base del esmalte,  con un palillo de madera, voy mojando poco a poco la puntita en otro esmalte de diferente color y les hago florecitas u otros dibujitos que se me ocurran, encima y al menos consigo y esa parte me encanta, que se estén quietecitas y un rato, que sabe a gloria, sin moverse de la silla, esperando a que se les sequen las uñas. Y es que  el resto del tiempo, no paran ni un segundo de hacer cosas. También hay stickers o pegatinas chiquititas para adornar con más detalle las uñas. Una amiguita le regaló un estuche de manicura con tres pintauñas en tonos rosas y uno transparente con purpurina, una lima y pegatinas de uñas y les encanta. 

Son tan presumidas mis peques, que no se conforman con la manicura y pedicura hecha sino que para estar más guapas hay que lucir tatuajes. (ja, ja, la pequeña todavía algunas veces dice tutuajes. Se ve que es algo generalizado, porque muchas madres me comentan lo de los tutuajes,  ¿no será más fácil decir tatuajes? ). De vez en cuando en Lidl sacan láminas con tatuajes de diversos motivos. Valen dos euros y suelen llevar 3 láminas con 50 tatuajes. Antes tuvimos unos de Hello Kitty. Esta última vez, nos hicimos con unos de Minnie y Daisy.  Los recortas, le quitas la lámina protectora, los pones en la piel bajo el agua y presionas unos 30 segundos y listo. Con agua y jabón saltan fácil o con un algodón impregnado en aceite de oliva o de almendras dulces, de los que se utilizan para masajes, también los puedes retirar de la piel de los peques.