Vaso de cristal decorado para el Día de la Madre

Me encanta el regalo, que me ha hecho, mi hija pequeña, con motivo del día de la madre: un vaso de cristal adornado con pintura para vidrio, en el que se desdibuja una amapola roja con el centro negro y el tallo verde, un sol amarillo, unos cuántos puntitos azules para representar el cielo, pajaritos negros y en letras rojas, mamá.



Un pequeño detalle, nada aparatoso, sino sencillo y humilde, pero de enorme valor, no cuantificable para la que lo recibe, totalmente receptiva, que no es otra, que su madre. Un regalo al que doy mucho valor por auténtico, por bonito y por práctico y útil. Este tipo de obsequios sencillos dan sal a mi existencia.¡Qué poco cuesta agradecer y qué agradecida es la gratitud! Un beso para todas las madres del mundo mundial y a los peques por hacernos regalos con encanto, y sello propio, tan personalizados y únicos.

 

                                                                                                                        
 

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