Calabacín a la plancha y revuelto de espárragos

El calabacín a la plancha, aderezado con vinagre balsámico de módena, les encanta a mis hijos. Esta forma de prepararlo les apasiona. No te desesperes si tus niños se resisten a las verduras, simplemente sigue ofreciéndoselas y pídeles que al menos las prueben. Es cuestión de paciencia y buen ejemplo, el que a tus hijos acaben gustándoles. 
Para preparar el calabacín, dejo la piel verde, y corto en rodajitas finas y redondas. Suelo combinar los círculos de calabacín con tiras más largas. Pongo un trozo de calabacín de pie sobre la tabla de cortar, y con un cuchillo grande, hago tiras longitudinales. Con esta última forma de corte, salen menos rodajas y por tanto, tardo menos tiempo en hacerlas a la plancha. Normalmente, utilizo una plancha grande rectangular, de las que se enchufan a la corriente, porque hay más espacio, y me desespero menos, que cuando tengo que hacerlo en una sartén, cuyas dimensiones son más pequeñas. Una vez cocinado, dispongo el calabacín en un plato redondo. Esta vez, he intentado diseñar una flor poniendo los círculos de fuera hacia dentro y las tiras más largas en el interior para a continuación rociarlo todo con vinagre balsámico de módena, y conseguir que luzca más bonito.


Para acompañar el calabacín a la plancha, he preparado también un revuelto de espárragos trigueros, con un par de dientes de ajo, cebolla, un par de huevos, sal y una cucharadita de pimentón. El revuelto se puede enriquecer con gambas peladas y ajetes tiernos o cualquier otro ingrediente que se te ocurra y que sea de tu gusto.


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