El deporte es una auténtica escuela de civismo y solidaridad. Y los padres jugamos un papel fundamental en la transmisión de valores y hábitos saludables a nuestros hijos. Los niños no hacen lo que los padres les dicen que hagan, si no más bien lo que les ven hacer. Pero creo que a veces pecamos de someter a demasiado estrés psicofísico a los niños, lo que puede favorecer el odio al deporte y el abandono deportivo más adelante. Los padres no deben obligar a sus hijos a hacer deporte, si no inculcarles la importancia y beneficios para la salud, de realizar una práctica físico-deportiva de forma voluntaria, en función de sus intereses.
La competición no debe ser un fín en sí mismo si no un medio educativo. De ahí la importancia de valorar la constancia y el esfuerzo más que los éxitos deportivos. Una medalla o un sobresaliente no vale más que la salud y la felicidad de un niño.
De Casimiro, A. “La relación del técnico con los agentes de socialización: Familia y amigos”. Manual de Formación “Almería Juega Limpio 2011/12". Diputación de Almería, me han encantado estas cartas figuradas de unos padres a su hijo deportista y viceversa, de cómo se siente un deportista ante la presión que ejercen sus padres, para comprender de una vez por todas, que los padres debemos aceptar lo que es capaz o no de hacer nuestro hijo, corregirle y aplaudirle, pero debiendo siempre mantenernos equilibrados emocionalmente (no ser un "hincha” de nuestro hijo).”
CARTA FIGURADA DE UN/A DEPORTISTA A SUS PADRES
“…Os escribo para daros las gracias por permitirme jugar y entrenar
en este deporte, que me apasiona, pero me gustaría deciros algunas
cosas que me “sorprenden”:
Papá, mamá no sé cómo decíroslo. Seguramente creéis que lo hacéis
por mi bien, pero no puedo evitar sentirme molesto algunas veces. Me
regalasteis una raqueta y un balón cuando apenas empezaba a andar.
Aún no iba a la escuela de Primaria cuando me apuntasteis a clases de
tenis y de fútbol. Me gusta entrenar, bromear con los compañeros y
jugar los fines de semana. Pero cuando vais a los partidos… no sé. Ya no
es como antes. Me agobiáis para que gane “como sea” y me metéis
mucha presión. Esto no me gusta, porque me pongo muy nervioso. Ahora
no me dais una palmada cuando termina el partido ni me invitáis a un
bocata.
Vais a verme jugar pensando que todos son enemigos, pero yo quiero
ser amigo de mis rivales, sean de mi club o de otro. Por eso no me gusta
cuando criticáis a alguno de ellos. Me gusta que me animéis pero no que
intimidéis o menospreciéis a los adversarios. Os agradecería que no
critiquéis públicamente ni insultéis al árbitro o a otros padres.
Realmente lo paso fatal y me da mucha vergüenza si lo hacéis. Ese
entrenador del que decís que es un inepto es mi amigo, el que me
enseñó a divertirme jugando. El chaval que jugó conmigo el otro día, ¿os
acordáis? Sí, hombre, aquel a quien estuvisteis toda la tarde criticando
porque "no sirve ni para llevarme la bolsa”: como vosotros decís. Ese
chico está en mi colegio. Cuando lo vi el lunes, me dio mucha vergüenza.
No quiero decepcionaros, pero a veces pienso que no tengo
suficiente calidad para llegar a ser profesional y ganar cientos de
millones, como queréis.
¿Por qué habéis cambiado? Creo que sufrís viéndome jugar y no lo
entiendo. Me repetís que soy el mejor, que los demás no valen nada a mi
lado, que sólo vale ganar. Muchas veces me agobiáis. Hasta he llegado a
pensar en dejarlo; pero me gusta tanto... Me encantaría poder hacer
deporte toda la vida, para pasarlo bien en mi tiempo libre con mis
amigos, pero en el momento que ya no me divierta jugando estoy seguro
que lo dejaré. Por favor, no me obliguéis a deciros que no quiero que
vengáis a verme jugar”.
CARTA FIGURADA DE UNOS PADRES A SU HIJO/A DEPORTISTA
“Querido/a hijo/a: cuando nos convertimos en tus padres éramos
conscientes de nuestra tremenda responsabilidad para educarte. Entre
otras ilusiones, teníamos claro que queríamos facilitarte experiencias
positivas deportivas tempranas, ya que favorecerían tu desarrollo integral
como persona. Queremos que practiques deporte porque es una
extraordinaria fuente de educación en valores pero no te vamos a someter
a presiones competitivas ni a expectativas que más tarde se puedan
convertir en frustraciones. Tienes que divertirte jugando y entrenando.
Para nosotros lo más importante es que seas una buena persona, que
estudies y compagines los entrenamientos con tus tareas, amigos y otros
hobbies. Nos encanta cuando te vemos disfrutar en el campo de juego,
pero lo que más valoramos es tu constancia y el respeto a los compañeros,
adversarios y árbitros.
Ponte metas alcanzables. Con voluntad todo puede conseguirse,
luchando por lo que se quiere, pero todo requiere un tiempo de práctica
y dedicación.
No queremos ser muy permisivos contigo ni sobreprotegerte, ya que
si te acostumbras a que solventemos todos tus problemas no sabrás
vencer los obstáculos de la vida por ti mismo y sucumbirás ante la
adversidad. Queremos que aprendas el valor de las cosas y que seas
consciente que tenemos que esforzarnos mucho para poder apuntarte al
club o comprar tu equipación deportiva. No te lamentes por lo que no
tienes y disfruta lo que tienes, sin vivir pensando en el qué dirán.
Es muy importante que confíes y tengas seguridad en ti mismo (no te
infravalores). Demuestra una actitud positiva y optimista ante la vida,
eliminando los pensamientos negativos, pero tienes que ser responsable
de tus actos.
No te enfades por cualquier cosa durante los partidos. Aprende a
contenerte en la adversidad. Lo verdaderamente importante está en uno
mismo. Por ello debes se fuerte psicológicamente; trabajar la mente
para el control de las emociones.
Por último, queremos decirte que de todo se aprende. Sólo hay que
encontrar la lección adecuada de cada experiencia. Te queremos
muchísimo y pretendemos mostrarte el camino adecuado para que
“vueles” con honradez, tengas muchos amigos, no te “ahogues en un
vaso de agua” y seas muy feliz en tu vida.
Como espectadores de eventos deportivos es muy importante tener en cuenta el decálogo Almería Juega Limpio de los buenos espectadores:
1)Desarrollemos nuestras intervenciones atendiendo a los objetivos educativos que la competición deportiva en edad escolar exige.
2)Alentamos a los deportistas a aceptar las reglas del juego y a no tratar de sacar ventaja de su incumplimiento.
3)Planteamos nuestras expectativas ante la actividad que presenciamos en consonancia con las de los protagonistas del juego.
4)Favorecemos que los deportistas disfruten libremente de su práctica sin condicionar ni cuestionar el desempeño de sus habilidades en el juego.
5)Contribuimos a que la labor de los árbitros y jueces sea respetada, considerada y bien valorada.
6)Rechazamos activamente cualquier forma de violencia verbal o física que se pueda generar entre cualquier participante de la actividad deportiva.
7)Enseñamos a saber ganar, a saber perder y a saber divertirte con la práctica deportiva, porque así ganamos todos.
8)No interferimos en la labor de los técnicos y educadores responsables de la dirección deportiva de los participantes.
9)Aplaudimos los esfuerzos, el buen juego y la deportividad de todos, independientemente del resultado.
10) Somos conscientes de la influencia que nuestro ejemplo ejerce sobre los deportistas, si especialmente además de espectadores somos sus padres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario